tolerancia

Es mentira que en México estemos superando la intolerancia. La prácticamos a diario con diferentes grados y hacia diferentes cosas y grupos. Esta es una de las formas más irracionales de convivencia social.
Afirmo que la intolerancia es una forma de convivencia social porque en muchas ocasiones discriminar o criticar nos hace pertenecer a un grupo de amistades o comulgar con ciertos grupos sociales.
Ahora, muchos medios de comunicación han impuesto otra moda de intoleracia y discriminación mediante las notas periodísticas, como en el caso de los "emos". Muchos padres de familia que antes toleraban a sus adolescentes con fleco largo y vestimenta sombría, ahora están escandalizados gracias a la cantidad de "información" que los medios han vomitado al respecto. Quizás estos padres se estén vengando de lo que les hacían los suyos en su otrora adolescencia.
Por desgracia, no sólo los padres se pusieron alerta y en franco rechazo contra los emos, sino que contaminaron a gran parte de la estupidizada sociedad y ahora estos chamacos babas son blanco de rechazo y discriminación hasta en el transporte público.
Lo interesante de todo esto es que las horripilantes características, según los medios, de estos muchachos, son muy similares a las de cualquier adolescente, y hasta menores en algunos casos, lo cual da cuenta de la gran ignorancia de la sociedad que los cree la reencarnación de Satán. Y sí, no estoy exagerando con esa comparación diabólica, pues no ha sido una vez la que he oído comentarios peyorativos al respecto: "pobre María, tiene un hijo emo", "a ver cuando se suicida José; es emo", "aléjate de ésa, es una emo y seguro está drogada".
No sé (y no me importa) si los emos son la cuarta encarnación depresiva de algún exterminador de las buenas costumbres, lo que no tolero (ven como todos somos intolerantes), es que se segregue a unos muchachos sólo porque los medios lo dicen.
No defiendo a los emos, defiendo a la libertad de ser y estar, personamente no me importa si todos los emos se suicidan en una ceremonia o en privado cada uno, siempre y cuando no se afecten terceros.
Basta de discriminar sólo porque se los dicen en los medios o el mesías del petróleo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ey pa' fuiste, pachuco, también te regañaban, ey pa', bailabas mambo, tienes que recordarlo...
Y la maldita vecindad llega a gritos para recordarme que simplemente, la gente grande está convencida que cualquiera salido de sus cánones ya se encuentra perdido. O ni tanto, que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo, según famoso escritor. Tal vez se trata sólo de querer que todos seamos igualitos (¡Qué vivan los uniformes de Auschwitz!).