La amistad en tiempos cibernéticos

Hasta hace poco tiempo era un detractor de las páginas de amistades virtuales. Sin embargo, y a pesar que no han variado mucho mis opiniones al respecto, he de confesar que valió la pena el experimento de inscribirme en uno de esos espacios públicos.
Aunque no deja de sorprenderme la cantidad de mierda que un hombre puede escupir al tratar de abordar a una mujer, también me sorprende que muchas mujeres reciban gustosas esa mierda y hasta la promuevan. Con mierda no sólo me refiero a cuestiones sexuales, sino a construcciones monstruosas plagadas de lugares comunes y cursilerías que no cabrían ni en las peores telenovelas de bobovisa.
Y entro a una parte escabrosa para muchos, pues la monstruosidad también tiene relación con el uso del idioma, es decir, de la ortografía, la sintaxis y la gramática.
Confieso que yo no soy ni por nada un erudito en materia gramatical u ortográfica, pero sí me cuesta trabajo adivinar lo que algunos intentan decir, y más cuando los horrores ortográficos son a propósito, tratando de ser "modernos", y hasta "reaccionarios".
Más que modernos o reaccionarios, son güevones que tratan de soslayar su ignorancia de la lengua. Quizás esta moda por el desmedido uso de la k, grafías diferenciadas y constricción de palabras tenga su origen en que alguien tuvo acceso a algún escrito en ladino o sefardíe y le pareció cool, pero la gran diferencia es que ese es un dialecto del español, usado por un grupo humano con semejanzas culturales y creencias religiosas, la cual me resulta harto interesante y atractiva, por sus orígenes y por su resistencia en el tiempo y espacio, pues son un grupo que está repartido por casi todo el mundo. Al grado que polacos, brasileños, norteamericanos y demás, pueden comunicarse entre sí gracias a este dialecto.
Estoy de acuerdo en que la lengua es un ente vivo, cambiante, que evoluciona, sin embargo, también defiendo, sin llegar al extremismo, el correcto uso del español, pues gracias a él, millones nos podemos comunicar, y usarlo de diferente manera puede afectar en alguna medida la comprensión del mensaje.
En algún libro que hice mencioné que usar el español correctamente no es cuestión de erudición, por el contrario, es una cuestión de supervivencia como grupo social, es decir, como hispanohablantes. Si bien no hablamos el mismo español en México que en Argentina o Colombia, lo que nos amalgama es la lengua escrita.
Tampoco estoy de acuerdo con el purismo, pues ese tipo de español es más difícil que la jerga regional. Sin embargo, reitero mi postura ante la necesidad de respetar en la medida de las posibilidades de cada quien, el uso del español.
Pues no sólo me he desviado del comentario inicial, sino que resultó en una elucubración discursiva, por lo que retomo el principio y concluyo.
Entrar a un sitio de amistades me permitió conocer a alguien con quien comulgo y con quien me resulta muy atractivo charlar, aunque sea sólo por escrito, y ocasionalente por videoconferencia, sin llegar al sonido.
De esta forma, vientos alisios que golpeaban mi cara se tornaron suaves brisas que acarician mis ojos.
Puedo decir ahora que no es el espacio sino las personas las que convierten y pervierten a sus maneras. Viva la diversidad.

2 comentarios:

aus dijo...

Internet te permite muchas cosas, incluso fingir que eres quien no eres. Pero también te conecta con personas que de otra manera hubiera sido imposible conocer.

A fin de cuentas son relaciones humanas, llenas de equivocos y errores humanos, por lo menos te evitas la penosa necesidad de buscar un pretexto para volver a casa después de una cita fallida... la luz se va en todas partes del mundo de vez en cuando.

Anónimo dijo...

Que fortuna es
conocer a personas
tan especiales
que dejan una marcada
huella en nuestras vidas
por que aprendes, quieres
y hasta extrañas en su
ausencia

VIVA LA DIVERSIDAD!!

Si todos fueramos
iguales que monótono sería
el mundo

Atte.

Cecy

Saludos!!